Florencia Varela
November 25, 2024
Sentirnos satisfechos y motivados con el trabajo que desempeñamos es clave para desarrollar nuestro potencial y sentirnos cómodos con la exigencia.
Algo que siempre he sabido es que nací para vivir. Suena redundante y un poco estúpido, pero a veces cuando miro a mi alrededor siento que existen, en su mayoría, dos tipos de personas; las que viven y las que pasan sus días tratando de sobrevivir a la incomodidad de no poder parar.
Y… ¿qué es vivir? Para mí vivir es tener la capacidad de estar aquí y ahora siendo capaz de prestar atención a los detalles. Sin embargo, en una sociedad donde todo es tan dinámico e inmediato, donde las expectativas tienen que satisfacerse en el menor tiempo posible y sin márgenes de error, es difícil estar aquí y ahora. Es difícil tomar pausas, respirar, sentir y seguir avanzando con entusiasmo e ímpetu. Es difícil quitar el piloto automático. Y para mí vivir es eso, existir en piloto manual.
Hay muchas maneras de combatir lo anterior, una de ellas es hacernos el tiempo para hacer deporte, leer un libro que nos haga volar la cabeza, tocar un instrumento musical, cocinar con cariño, hacer manualidades, e incluso permitirnos a nosotros mismos retirarnos a nuestro mundo interno haciendo nada. Se trata de encontrar “la zona”, la zona donde sintamos que somos solo nosotros y lo que estamos haciendo, donde la percepción del tiempo incluso cambia.
¿Por qué les cuento esto? porque trabajando en Bemmbo siento que tengo la flexibilidad para quitar el piloto automático y vivir mi vida en piloto manual, no tan solo pudiendo tener el tan anhelado “work life balance” sino que también pudiendo viajar a ver a mi familia las veces que sea necesario para mí.
Soy de Coyhaique, la capital de la XI región. Muy lejos. Otro tipo de gente, otro tipo de ritmo de vida, otro tipo de clima y otro tipo de paisajes, y si bien este es mi séptimo año viviendo en Santiago, donde me he adaptado muy bien, para mí no hay nada como el sur. En Bemmbo lo saben perfectamente, y es por eso que he podido viajar casi todos los meses a mi casa a ver a mi familia y disfrutar del que es mi lugar favorito en el mundo.
Jamás pensé que encontraría una empresa que hiciera match perfecto conmigo y mi estilo de vida. Porque amo viajar, amo moverme y amo tener tiempo para enfocarme en mí y en mi crecimiento personal. Nunca creí posible encontrar una empresa que confíe tanto en su gente, porque para mí la posibilidad del trabajo remoto y la flexibilidad es un sinónimo de confianza, y me siento tremendamente feliz de poder trabajar sintiéndome la mayoría de las veces desafiada por lo compleja que puede llegar a ser la pega y al mismo tiempo tener libertad. Es la combinación perfecta que le da a mi cerebro el oxígeno y la exigencia suficiente como para mantenerme siempre esforzándome y buscando la excelencia y, al mismo tiempo, pasarlo bien.
Es más, como anécdota, en agosto me fui a Europa a ver a una de mis mejores amigas y también a ver a mi familia que es de allá. El plan era teletrabajar 3 semanas y luego tomarme 2 semanas de vacaciones y funcionó perfecto. El único disclaimer era que habían 6 horas de diferencia y mi horario laboral era de 15.00 hasta las 00.00 de allá jajaja. Casi morí la tercera semana aguantando ese ritmo, pero fue “up to me”, fui yo la que decidió con absoluta libertad. Y bueno, luego de eso claramente no lo repetiría de nuevo ni a palos (al menos no 3 semanas), pero viví la experiencia y lo más importante: hice bien mi trabajo, no tan solo manteniendo el nivel, sino que también teniendo plena consciencia de que tengo que estar a la altura de los beneficios que me dan.
Estoy tremendamente convencida de que los niveles de productividad personal mejoran en la medida en que nos sentimos a gusto con nuestros trabajos, y entre más a gusto nos sentimos, más comprometidos estamos con el propósito de la tarea que nos toca desempeñar. La confianza de una empresa en sus colaboradores se traduce en un sentimiento que te impulsa a buscar tu mejor versión para minimizar lo más posible la probabilidad de “fallar”, donde fallar sería algo así como no ser lo suficientemente responsable y no agregar más valor del esperado.
Es por esto que las empresas que inculquen la autogestión, autoexigencia y excelencia, permitiendo la flexibilidad y libertad serán las empresas líderes en el futuro, y me atrevo a decir que, aparte de líderes, serán las preferidas de los mejores talentos. Si son como yo y les interesa una empresa que saque todo su potencial sin sacrificar el pasarlo bien, los invito a revisar las vacantes que tenemos en bemmbo.com/jobs.
Con cariño,
Flo <3