Carlos Castillo
October 27, 2024
Conoce en profundidad el Impuesto Único en Chile, un tributo sobre los ingresos del trabajo que impacta a millones de trabajadores dependientes.
El Impuesto Único es uno de los gravámenes más importantes para los trabajadores dependientes en Chile. Este impuesto, conocido también como “Impuesto Único de Segunda Categoría”, afecta directamente a los ingresos laborales y se aplica mensualmente sobre los sueldos y otras rentas del trabajo dependiente, como bonos o comisiones. Su cálculo es progresivo, lo que significa que la tasa aplicable aumenta a medida que los ingresos del trabajador son mayores.
A diferencia de otros impuestos en Chile, como el IVA, que se aplica al consumo, o el Impuesto Global Complementario (IGC), que afecta a quienes tienen múltiples fuentes de ingresos, el Impuesto Único está diseñado para recaudar de manera eficiente sobre los salarios de los trabajadores dependientes. Esta diferenciación es importante, ya que solo quienes superan un determinado umbral de ingresos están sujetos a pagar el Impuesto Único, mientras que otros trabajadores quedan exentos si sus ingresos no alcanzan este mínimo.
A través de este impuesto, el Estado chileno busca equilibrar la carga tributaria de manera progresiva, gravando con mayor intensidad a quienes perciben ingresos más altos y permitiendo, en cierta medida, una redistribución de ingresos. En un contexto económico marcado por ajustes inflacionarios y una alta carga tributaria en el consumo, el Impuesto Único juega un papel clave para asegurar que los impuestos laborales se calculen de acuerdo a la capacidad económica de cada trabajador.
El Impuesto Único aplica exclusivamente a trabajadores dependientes en Chile, es decir, personas que reciben ingresos a través de un contrato formal con un empleador, quien retiene y declara el impuesto ante el Servicio de Impuestos Internos (SII) de manera mensual. Esto lo diferencia de otros gravámenes, que también se aplican a trabajadores independientes o a rentas obtenidas de inversiones, como el Impuesto Global Complementario, que exploraremos más adelante.
Las personas afectadas por el Impuesto Único incluyen desde quienes reciben ingresos cercanos al salario mínimo hasta ejecutivos con ingresos altos. De hecho, la estructura progresiva de este impuesto garantiza que, en tramos salariales bajos, la tasa de tributación sea mínima o inexistente, aumentando gradualmente en función del ingreso. Para tener una idea de cómo se distribuye este impuesto, el Servicio de Impuestos Internos clasifica los ingresos en diferentes tramos que aplican desde un 0% en salarios bajos, hasta tasas que pueden llegar al 40% para los ingresos más elevados.
Este sistema de progresividad permite que la carga tributaria sea proporcional y que, en tiempos de inflación, quienes perciben ingresos más bajos no vean disminuido su sueldo líquido a niveles insostenibles.
El cálculo del Impuesto Único en Chile se basa en una tabla de tasas progresivas, en la cual el porcentaje de impuesto aumenta a medida que los ingresos del trabajador suben. Esta progresividad permite que las personas con ingresos más bajos tengan una menor carga tributaria o incluso, en algunos casos, queden exentas del impuesto. La estructura de tasas comienza en 0% para los sueldos más bajos y puede llegar hasta el 40% para aquellos ingresos considerablemente altos.
Para calcular el monto a pagar por el Impuesto Único, primero se identifica el tramo en el que se encuentran los ingresos del trabajador en la tabla progresiva de impuestos publicada por el SII. Cada tramo tiene una tasa específica, que se aplica sobre el monto total del ingreso del trabajador de acuerdo al rango en el que se encuentre.
Veamos algunos ejemplos prácticos para ilustrar este cálculo:
Estos ejemplos demuestran cómo la tasa de impuesto aumenta de acuerdo al ingreso, generando un sistema donde las personas con mayores recursos aportan más en términos absolutos y proporcionales.
Para entender a fondo el Impuesto Único, es importante diferenciarlo del Impuesto Global Complementario (IGC), ya que ambos impuestos pueden afectar a algunos trabajadores, pero bajo circunstancias distintas. Mientras que el Impuesto Único se aplica exclusivamente sobre ingresos provenientes de una relación laboral formal, el Impuesto Global Complementario es un impuesto anual que grava la totalidad de los ingresos de una persona, incluyendo sueldos, ganancias de inversiones, rentas de propiedades, y cualquier otra fuente de ingreso obtenida tanto en Chile como en el extranjero.
Este sistema “complementario” permite que personas con múltiples fuentes de ingresos, como ingresos por alquileres, inversiones, o actividades independientes, sumen estos a su renta laboral y tributen en consecuencia. Para quienes tienen una única fuente de ingresos provenientes de su empleo, el Impuesto Único será suficiente. Sin embargo, en el caso de que existan fuentes adicionales de ingreso, el Impuesto Global Complementario deberá declararse al SII una vez al año y considerar tanto el sueldo como el resto de rentas acumuladas.
En la práctica, algunos trabajadores dependientes de ingresos altos pueden optar por realizar una declaración anual de sus ingresos si consideran que la tasa aplicada del Impuesto Único no se ajusta con precisión a su situación general. En este caso, se permite que el contribuyente acredite ciertas deducciones o exenciones que pueden disminuir la carga total a pagar en el IGC.
Si bien el Impuesto Único está diseñado para ser un sistema sencillo, existen ciertas deducciones y beneficios fiscales que permiten aliviar la carga tributaria en algunos casos. Estas exenciones aplican principalmente cuando el trabajador tiene derecho a deducciones específicas, como beneficios por cargas familiares o deducciones asociadas a ciertos aportes obligatorios.
Algunos casos comunes de deducción incluyen:
Estas deducciones son esenciales para aquellos trabajadores que deseen maximizar su ingreso líquido mensual, especialmente en tramos de ingresos más altos donde el impacto del Impuesto Único es más significativo.
El Impuesto Único tiene un impacto directo en el sueldo líquido de los trabajadores, es decir, en la cantidad final que reciben después de las deducciones obligatorias. Esto es fundamental al momento de hacer un presupuesto personal, ya que muchas personas desconocen el efecto real del impuesto sobre sus ingresos, lo que puede llevar a una percepción incorrecta de su capacidad financiera mensual.
En general, los empleadores retienen el Impuesto Único directamente del sueldo, calculando el porcentaje aplicable a cada trabajador según su tramo de ingresos. Para quienes reciben un sueldo cercano al salario mínimo, el impacto suele ser mínimo o nulo, pero en sueldos mayores, el porcentaje de impuesto puede representar una parte significativa del ingreso bruto. Esto es especialmente importante en el caso de aquellos que están al borde de un aumento de tramo, ya que un incremento en el sueldo puede hacer que el impuesto aplicable sea mayor.
Para que los trabajadores puedan calcular su sueldo líquido y anticipar sus ingresos mensuales, es útil que consideren:
¿Este impuesto se paga mensualmente o anualmente?
El Impuesto Único se calcula y se paga mensualmente, y la retención la realiza directamente el empleador. Sin embargo, los contribuyentes que perciben ingresos adicionales pueden optar por una declaración anual en la que se suman todas las fuentes de ingreso y se aplica el Impuesto Global Complementario.
¿Puedo deducir algo del Impuesto Único?
Sí, existen algunas deducciones aplicables, como aportes voluntarios a fondos de pensión (APV) y beneficios por cargas familiares. Estas deducciones ayudan a disminuir la base imponible sobre la cual se calcula el impuesto.
¿Qué pasa si tengo más de un trabajo?
Si un trabajador tiene ingresos provenientes de más de un empleo, cada empleador realizará una retención sobre el sueldo que paga. A fin de año, en la declaración de impuestos, se sumarán ambos ingresos para calcular si es necesario aplicar el Impuesto Global Complementario.
¿Cómo afecta el Impuesto Único si cambio de empleo a mitad de mes?
En el caso de un cambio de empleo, el nuevo empleador aplicará el cálculo desde el ingreso inicial, mientras que el anterior debe realizar la retención sobre el tiempo trabajado. Esto podría hacer que, al cierre del año, el contribuyente deba revisar la suma de ingresos en su declaración anual para ajustar el impuesto, en caso de aplicar.
El Impuesto Único es un pilar fundamental en el sistema tributario chileno para los trabajadores dependientes. Tener claridad sobre cómo impacta en el sueldo líquido ayuda a organizar las finanzas personales de forma más efectiva, permitiendo a los empleados planificar y anticipar sus ingresos de manera precisa. Además, conocer las deducciones aplicables y realizar una revisión de los tramos en cada ajuste de sueldo puede ayudar a minimizar el impacto de este impuesto y mantener un control sobre la carga tributaria personal.